Digitalización en la pandemia

Por Jean Paul Maufinet

El panorama actual en el mundo ha puesto bajo los reflectores un concepto cada vez más importante para todos: la digitalización. Las medidas de control para reducir el contagio del virus COVID-19, en especial el aislamiento y distanciamiento social, nos llevan indefectiblemente a este camino, necesario en toda sociedad moderna.

La digitalización es un proceso por el cual se registran datos de forma virtual. Esto puede ser tan sencillo como crear un perfil en Facebook y tan complejo como llevar un proceso judicial de manera virtual. Una forma más práctica de entender el concepto es pensar en cómo se pueden integrar las nuevas tecnologías (en especial internet) en las operaciones y trámites que uno realiza para lograr mayor eficiencia.

El uso de herramientas digitales ofrece diversas ventajas: ahorro de tiempo y recursos, mayor eficiencia en los procesos, mayor disponibilidad y transparencia de la información, etc. El Perú ha gozado de un crecimiento económico considerable en los últimos años; sin embargo, tiene un gran atraso a comparación de otros países de la región en digitalización, especialmente en el sector público, el cual es visto como lento e ineficaz por los ciudadanos.

Un mayor grado de digitalización del sector público nacional traería consigo beneficios considerables. Al poder trabajar de manera más eficiente, se reduciría la carga laboral de los funcionarios públicos, y por ende, el tiempo que tardan los distintos procedimientos, consiguiendo un sistema más dinámico. Los ciudadanos igualmente dispondrían de más tiempo, al no tener que hacer tantos trámites presenciales como en la actualidad, lo que a su vez disminuiría el tráfico vehicular, problema muy agudo en Lima y otras ciudades del país. Finalmente, al reducir colas y aglomeraciones disminuiría el contagio de virus como el COVID-19.

En ese sentido, es altamente deseable aumentar el grado de digitalización del sector público peruano. Los primeros pasos ya fueron dados. En enero se creó el Sistema Nacional de Transformación Digital (SNTD), cuyo objetivo es fomentar e impulsar la transformación digital de las entidades públicas, las empresas privadas y la sociedad en su conjunto, fortaleciendo el uso efectivo de las tecnologías digitales. Asimismo, se instituyó el Marco de Confianza Digital, cuya finalidad es garantizar la seguridad de las personas en su interacción con los servicios digitales prestados por entidades públicas y privadas. Esta tendencia a la digitalización aumentaría en los siguientes meses con la llegada de la pandemia al Perú.

Durante el estado de cuarentena impuesto por el gobierno, diversas normas que promueven la digitalización han sido promulgadas. El Estado ha ordenado el fortalecimiento de la telesalud (servicios de salud a distancia a través de la tecnología), la digitalización de trámites de comercio exterior y de expedientes judiciales, la presentación electrónica de partes notariales, entre otras medidas. Asimismo, la Plataforma Digital del Estado ha tomado mayor protagonismo, emitiendo a solicitud de los ciudadanos pases laborales y de tránsito durante la cuarentena.

El aislamiento social decretado ha forzado a la mayoría de la población económicamente activa a trabajar de manera remota. El riesgo de contagio, que según los expertos se mantendrá en los siguientes meses, conllevará a que entidades públicas y privadas opten por mantener el trabajo a distancia una vez levantada la cuarentena, con lo que se anticipa que la digitalización en los centros de trabajo seguirá avanzando a un ritmo acelerado.

El COVID-19 ha cambiado drásticamente el mundo como lo conocemos. Los países que mejor se adapten a este nuevo escenario serán los que tengan mejores opciones para recuperarse. La digitalización es un pilar de esta transformación, el cual trae consigo beneficios en todos los sectores e industrias del país. Debemos apostar por un país cada vez más digital.

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